Historia:

Dailimar "Dai" Melidar es una Vastaya Felyne, una subespecie Vastaya con apariencia humana, pero con rasgos felinos distintivos como colmillos, cola y orejas. Su vida ha sido marcada por un pasado sombrío y turbulento. Nacida en el seno de una familia noble de Noxus, su vida dio un giro drástico cuando su padre, quien había decidido traicionar al Imperio, fue ejecutado. La mancha de esta traición no solo terminó con la vida de su padre, sino que también destruyó la reputación de la familia Melidar, dejando a Dai y a su hermana Mitsuki en la calle, sin hogar ni recursos.Desde temprana edad, Dai se vio obligada a sobrevivir en un entorno despiadado. Con una astucia y ferocidad que desmentían su apariencia, se convirtió en una ladrona hábil y una asesina eficiente. Cada golpe, cada asesinato, la acercaba un paso más a la maestría, pero también la alejaba de la inocencia que alguna vez pudo haber tenido. Con el tiempo, sus habilidades llamaron la atención de Vladimir, un poderoso hechicero de Noxus y líder del Círculo Carmesí, una orden secreta que valoraba la magia de sangre y la brutalidad. Vladimir reconoció en Dai un potencial único, no solo por sus capacidades combativas, sino por su sangre Vastaya, una rareza que podría ser moldeada en un arma formidable.Durante casi un año, Dai entrenó bajo la tutela de Vladimir, perfeccionando sus habilidades mágicas y desarrollando su conocimiento en alquimia como pasatiempo personal. Con el tiempo, decidió unirse al ejército Noxiano, utilizando sus habilidades como asesina y su dominio de la magia. Allí, fue asignada como Saboteadora Legionaria, una especialista en asesinatos sigilosos al servicio del Imperio expansionista.Dentro del Círculo Carmesí, Dai no solo perfeccionó sus habilidades, sino que también encontró algo inesperado: un aliado y compañero en Drako, el hijo de Swain, uno de los líderes más temidos y respetados de Noxus. La relación entre Dai y Drako floreció en medio de la oscuridad.Sin embargo, el verdadero desafío para Dai no vino de sus enemigos, sino de su propia naturaleza. Gracias a su linaje Vastaya, desarrolló una habilidad temible conocida como "Primal Savagery", que la sumía en un frenesí de ansia sangrienta. Este poder, aunque devastador en combate, era su mayor fuente de trauma. Dai odiaba la sensación de perder el control, de convertirse en una bestia dominada por el instinto y el sabor metálico de la sangre que llenaba su boca al regresar en sí. Esta aversión era aún más irónica dada su condición de hemomante, alimentándose regularmente de la misma sustancia que la aterrorizaba.Además de su labor en el ejército y sus misiones para Vladimir, Dai también maneja una tienda de pociones alquímicas llamada "Cat's Cauldron". Este negocio le permite conseguir ingresos cuando no está cumpliendo encargos para el Imperio o el Círculo Carmesí.

Dai tiene una apariencia que mezcla lo salvaje y lo mecánico, reflejando tanto su naturaleza Vastaya Felyne como las cicatrices de su pasado. Su cabello es blanco y desordenado, cayendo en mechones alrededor de su rostro, con orejas felinas que sobresalen, acentuando su origen, y una cola que se mueve con un ritmo que refleja su estado de ánimo.Sus ojos tienen un tono blanquecino, revelando su ceguera debido a una herida pasada. Sin embargo, gracias a sus habilidades de hemomancia, Dai tiene la capacidad de "ver" el mundo de una manera única, detectando la sangre de las criaturas vivas a su alrededor, lo que le otorga un sentido especial de percepción.El contraste entre lo orgánico y lo mecánico es evidente en su cuerpo: su brazo derecho y su pierna izquierda son prótesis mecánicas, resultado de heridas que le costaron sus extremidades. Estas prótesis son de un diseño robusto y funcional, personalizadas para reflejar su personalidad y necesidades en combate.Su vestimenta es práctica y ligeramente desordenada, combinando ropa de combate con detalles que recuerdan su herencia Vastaya, como garras o bordados que imitan patrones felinos. A menudo lleva consigo pociones alquímicas y herramientas que cuelgan de su cinturón, siempre listas para ser utilizadas.En conjunto, la apariencia de Dai es la de una guerrera endurecida por la batalla, que combina la agilidad y astucia de un felino con la resistencia implacable de una máquina.

Magia de Sangre

Work in Progress.

Dai posee un estado de frenesí salvaje, casi animal, en el que pierde el control de sus acciones, su consciencia y la percepción de su entorno. En este estado, su mente se reduce a un solo pensamiento: sangre, muerte y carne.Pocas veces ha entrado en este estado, y nunca ha sido por elección propia. Los rumores en Noxus sobre "Crimson", como la han apodado algunos en referencia a sus habilidades en combate, dicen que cuando cae en este estado, aquellos que se cruzan en su camino rara vez salen con vida, y mucho menos enteros. Es un acto grotesco y aterrador que pocos han presenciado de cerca.Se dice que este estado primitivo se desencadena cuando Dai sufre daños graves, es sometida a una presión extrema o se encuentra en situaciones de vida o muerte. Es en esos momentos de desesperación y peligro cuando su cuerpo cede al frenesí.A pesar de la efectividad letal de este estado, Dai lo detesta profundamente. Odia la sensación de hierro que queda en su boca, el sabor a carne, la pseudo-pérdida de memoria... y la horrible sensación de agotamiento y suciedad que recorre su cuerpo cuando finalmente vuelve en sí. Este frenesí es para ella una maldición, un recordatorio constante de la parte de sí misma que más teme y desprecia.

Historia de Garra Blanca:En las aguas infestadas de tiburones y traiciones de Aguasturbias, la Capitana Dailimar "Garra Blanca" Melidar es una leyenda en vida. Nadie conoce los orígenes exactos de esta vastaya Felyne de cabello blanco y orejas gatunas, pero los rumores se esparcen como la pólvora en las tabernas del puerto. Algunos dicen que nació entre los callejones de Aguasturbias, una hija de la miseria que ascendió desde lo más bajo, mientras que otros susurran que llegó de tierras lejanas, buscando algo o alguien. Lo que es seguro es que ha forjado su propio destino en la peligrosa ciudad costera.Al mando de su barco, "El Felino Errante," Dai ha labrado un nombre como una de las capitanas más temidas de Aguasturbias. Astuta como un felino y brutal en combate, Dai es conocida por su capacidad para cazar a sus enemigos con la precisión de un depredador. Nadie está a salvo cuando la Capitana y su tripulación aparecen en el horizonte; su barco se mueve con la rapidez de una sombra, emboscando a mercaderes, barcos de la Marina Real, e incluso a otros piratas demasiado confiados.El apodo de "Garra Blanca" proviene de su brutal estilo de combate. Con un guantelete afilado y una rapidez que desorienta a sus oponentes, Dai es un huracán en la cubierta de su barco. En batalla, sus movimientos se asemejan a los de un gran felino, saltando y atacando con una fuerza que no corresponde a su apariencia. Sus ojos, de un tono blanco como la luna, parecen percibir cada movimiento en medio del caos, anticipando las acciones de sus enemigos con una precisión aterradora.Pero la Vastaya es más que una simple pirata. Bajo su feroz exterior se esconde una líder que se preocupa por los suyos. La tripulación de "El Felino Errante" la sigue no solo por su habilidad en combate, sino porque Dai ofrece una especie de camaradería que es rara en Aguasturbias. Ha creado un hogar en su barco para aquellos que la ciudad ha dejado de lado: huérfanos, marginados y los que buscan escapar de su pasado. Para ellos, Dai es una protectora, una capitana que lucha con las uñas y los dientes para asegurar su lugar en un mundo que constantemente intenta arrebatárselo todo.Ella también es conocida por su audacia. No teme enfrentarse a los señores piratas que gobiernan Aguasturbias desde las sombras, ni a los monstruos que acechan bajo las aguas. Su ambición la ha llevado a adentrarse en las zonas más peligrosas de Runaterra, buscando reliquias y tesoros que se dice están malditos. Para Dai, el riesgo es una parte más de la vida en el mar, y su mirada siempre está puesta en el horizonte, en busca del próximo desafío.